Pintamonas

La política exterior separatista está, al fin, de enhorabuena. Ha conseguido últimamente importantísimas victorias que sitúan su causa y a nuestra represaliada y “progromizada” Cataluña en el mapa del mundo, tanto como Ucrania. Les ha costado lo suyo, untar con buenos monises a algunos corresponsales extranjeros que han excretado artículos e informes del tipo “Catalangate”, y cortejar a relevantes personalidades del arte y de la cultura. Ai Weiwei, disidente chino que hizo un molde en escayola de una huella de Jordi Cuixart (un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la imbecilidad), la cantante Cher, la gran actriz dramática Pamela Anderson (“Los vigilantes de la playa”) y sus dos niñas siliconadas, los directores de cine Spike Lee y Ken Loach, o el tan bobo como gran actor Viggo Tontensen.

Da fe Dolça Catalunya de uno de los hitos del exitoso periplo internacional de nuestro aborigenismo “enragé”: un artista australiano ha pintado un cuadro de Puigdemont. Dicho así, la cosa no tiene mucha sustancia. No sabemos si el pintamonas antípoda se desplazó a Waterloo para inmortalizar al insigne fugado en su gabinete de trabajo, “No se mueva, por favor”, pero sí, ahí radica la originalidad de su método pictórico, que lo ha pintado a cuerpo gentil: con su órgano. Tal cual. Lo diremos a la pata la llana, lo ha pintado con la polla. ¿Cómo? Que me aspen si lo sé.

Hay en el mundo personas excepcionales agraciadas con dones particularísimos. Sea el caso de un santón hindú que anduvo hace años por Barcelona, recuerdo la noticia, que emitía un sonido con su chisme, se decía que “cantaba”, mediante complicadas técnicas de sofrología inspiradas en las extraordinarias proezas de los lamas tibetanos al estilo de Lobsang Rampa (éxito de ventas allá por los años 70’ y 80’, “El tercer ojo”, no malpensemos, y otros). El peritaje consistía en aplicarle un fonendoscopio a la pichurra y captar esas como vibraciones de ventriloquía genital, donde los cataplines hacían las veces, se supone, de almacenadores de hits musicales y oblongas cajas de resonancia. No sabemos si el gurú aceptaba peticiones, como en aquellos programas radiofónicos de antaño, “Oiga, pinche usted “Como una ola”, de Rocío Jurado, para dedicársela a mi tía Gertrudis”. También, dicen, Errol Flynn, tipo al parecer de disolutas costumbres, era capaz de tocar el piano con el apéndice de la posteridad. No nos cabe la menor duda de que el actor interpretaba en esas ocasiones “Gary Owen”, el himno adoptado por el general Custer para el 7º de Caballería, personaje histórico al que interpretó en “Murieron con las botas puestas”. Épica por un tubo.

Tim Patch, así se llama el fulano, adquirió semejante habilidad mientras hacía pis en unos baños públicos. Es, no cabe duda, el escenario apropiado para dar hilo a sus insólitas inquietudes y mejor cultivar su novedosa técnica artística. Leemos que no sólo el pitilín trócase en pincel, también su escroto y su culo concurren en igual medida al acto compositivo. Se gana la vida, deseo que muy holgadamente, ejecutando tan singulares performances sobre un lienzo durante la celebración de ferias eróticas a lo largo y ancho de este mundo. La procelosa peripecia de Puigdemont ha sido motivo de inspiración para el bueno de Tim, que se hace llamar “Pricasso” en tan bizarros eventos. Nuestro “procès” aunase, como el anillo becqueriano que enlaza el mundo de la forma al mundo de la idea, al “proceso” creativo de Tim Patch. Un triunfo que traspasa fronteras.

Otro hito del momento dulce que viven nuestros “afers exteriors” (asuntos exteriores), ha sido la detención, junio de 2022, del cónsul honorario de Finlandia en Barcelona hasta 2018, Albert Guinjaume Egido (informa Dolça Catalunya), sucesor en el cargo de su augusto padre. Fue cesado por el gobierno finés a petición del español por la incansable propaganda separatista del interfecto. Se le imputa pertenencia a una organización de narcotraficantes que introdujo en Europa, a través del puerto de Barcelona, un cargamento de 3’2 toneladas de khat, una droga consumida habitualmente en Yemen, en el resto de la península arábiga y en el cuerno de África. Se trata de masticar la hoja fresca de la planta (“catha edulis”), pues al cabo de unos días pierde sus propiedades psicotrópicas. Te deja la dentadura colorada: “sonrisa Profidén”. El alijo, en la calle, habría adquirido un valor, se calcula, de unos 60 millones de euros. Ahí es nada.

Que no pare la música: a tan rozagantes proezas se suma el recentísimo dictamen de la abogacía de la UE, cierto que no vinculante, contrario al asilo, por inmotivado, prestado por la justicia y las autoridades belgas al prófugo Puigdemont. Toma castaña. Al tiempo que crecen las dudas sobre la veracidad e imparcialidad de los informes, de parte al parecer, que han cebado y engordado el “bluf” del así llamado “Catalangate” elaborado por Elías Campo Cid (militante de Òdium Cultural, toma del frasco) y Ronan Farrow (hijo de la actriz Mia Farrow), periodista del diario The Newyorker. Ese medio recibió una donación de 28.000 € en el año 2018 por parte del gobierno regional de Cataluña, según figura en la memoria anual de publicidad institucional, o eso leemos en Dolça Catalunya con enlace a dicho documento. Para mayor tranquilidad de todos, la empresa que difunde la revista citada es propiedad de George Soros, uno de los más destacados mecenas de la “oltraizquierda” mundial.

Cuando algo no funciona, por ejemplo, un instituto u organismo público, una de las primeras providencias que se adoptan es cambiarle el nombre. Lo suyo sería cerrarlo, pero eso significaría dejar sin medios de subsistencia a docenas de familiares y amigos y es preciso contar con ingresos suficientes, procedentes de retenciones e impuestos a la ciudadanía, para pagar las facturas (la luz está por las nubes), la hipoteca, el amarre en Cadaqués de la barquichuela, el cole privado y no “inmersionado” de los peques y la cabañita de recreo en La Cerdaña. Eso ha pasado exactamente con el Diplocat de los tiempos heroicos con nuestro idolatrado Raül (diéresis sobre la “u”) Romeva a la cabeza (perdón por el pleonasmo antropométrico).

Admitamos, con la perspectiva que nos da el tiempo, que ese fulano (Romeva) se lo curró duro, a pico y pala, sobreponiéndose a clamorosos ridículos y bochornosas gansadas. Romeva, ex –Iniciativa Per Catalunya (formación fagocitada por Colau y su séquito basuriento), echó los dientes en el parlamento europeo protestando airadamente por el sobrevuelo de cazas de combate de la Fuerza Aérea Española (ahora también “Espacial”, y no es broma) de los límpidos cielos de las comarcas de La Garrocha y de Ripollés, y elevando una queja formal por el pisotón de Pepe, zaguero luso-brasileño del Real Madrid, a Messi. Esta anécdota ya se ha referido alguna vez y es tan real (diario de sesiones) como vergonzante. Tan frenética actividad hizo acreedor a Romeva al título de excelso “tonto de capirote” o solemne “tontocrator” (a la manera bizantina) de la diplomacia separatista. Ahora el invento, a engrasar con el dinero derrochado de nuestros impuestos, pasa a llamarse Catalunya Internacional para mejor burlar la sentencia del TC que afea a la Generalidad su ilícita competencia, toda vez que las atribuciones en política exterior corresponden al gobierno español en régimen de exclusividad.

Con todo, el mayor éxito de la diplomacia golpista es, sin duda, el eco que su causa ha obtenido en Madrid. No cuentan con embajador más eficaz y proactivo que la felonía descarnada de ese palanganero del separatismo que es Pedro Sánchez, auxiliado por toda su cohorte de palmeros, entre quienes destaca la ministra Pilar Alegría, la misma que abiertamente manifestó que “nada tiene que decir” ante los reiterados incumplimientos de las sentencias dictadas por el TSJC contra la liberticida y anticonstitucional política lingüística del “inmersionismo” obligatorio. Para otra tractorada dejamos la valoración del “heroísmo” del citado tribunal, pues el mismo reconoce que su sentencia sobre el particular es, arrea, de “imposible cumplimiento en las actuales circunstancias”. Vale por decir que tan eximios magistrados reconocen en dicho auto su absoluta “inutilidad”. Luego nos podríamos ahorrar lo mismo unos cuantos Tribunales Superiores que unas televisiones autonómicas. Lo mismo da que da lo mismo.

El busilis de la cuestión está en la similitud de ambos procesos creativos. Y en la llamativa coincidencia del órgano elegido para ejecutarlos. Por un lado, el pictórico, plasmando en el lienzo, mediante la manipulación del “aparato”, la obra inspirada por las musas y que, por méritos artísticos y por la calidad del personaje inmortalizado, podría ingresar por derecho propio en cualquier galería de hombres ilustres de la más selecta pinacoteca del mundo. Por otro, la proclamación por “cojones”, bien que fugaz, discuten los historiadores si duró ocho segundos, o fueron nueve (importante matiz), de la república del “trespercent” (tres por ciento) por parte de esa suerte de mesías de bolsillo en que ha parado Puigdemont. Por cojones, sí, pero arrugados como pasas de Corinto.

Por todo lo antedicho propongo a Tim Patch, alias “Pricaso”, para la concesión a su favor de la máxima distinción de nuestras autoridades regionales, la así llamada «creu de sant Jordi” (cruz de san Jorge), que reconoce la labor ingente en pro de la cultura y nación catalanas de grandes personalidades de todo el mundo. Un honor que encaja a las mil maravillas con el perfil y la ejecutoria artística de mi candidato. Animo, desde estas líneas, a colapsar las redes sociales con campañas del tipo hastagtimpatchcreudesantjordi para crear una fuerte corriente de opinión que el jurado de tan alto galardón no pueda ignorar.

PS.- (I) Ha muerto Nùria (Nuria) Feliu. Que el Señor la tenga en su gloria, pero con profiláctico esparadrapo en la boca, como el bardo Asuracenturix (aventuras de Asterix y Obelix), para que no cante sobre el gosipino regazo de una nube dando la matraca a indefensos angelitos de carita sonrosada y gordezuela… mira que se dan de baja en tropel, siguiendo los pasos del ángel caído.

PS.- (II) Rectificación obligada. En la tractorada “Aplastando al enemigo de clase (paradigma Pons)”, sitúo por error la localidad donde tuvo lugar el horripilante martirio del fraile a manos de los asesinos del Frente Popular, Pachs del Penedés, “en Tarragona”, cuando dicho municipio pertenece a la demarcación provincial de Barcelona.

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