Al lado de los figurones del Círculo de Economía (en adelante, los “circulares”), el intrigante de Francesc Cambó fue un intrépido aventurero, uno de esos espíritus osados que abren rutas imposibles al comercio desafiando tempestades en alta mar, tormentas de arena en el desierto y los ataques a degüello de tribus hostiles. Uno de esos hombres hechos a sí mismos, self made man, a quienes no arredra el peligro y que se juegan la vida en un ardite. Empresarios y sesudos economistas “circulares” han redactado en fecha reciente un comunicado en el que se lee a las claras, no entre líneas, de qué blandengue y bizcochable pasta están hechos.
Sorprende que en algunos diarios digitales la noticia haya recibido un tratamiento excepcionalmente benévolo con dicha entidad. Parece que los prebostes del Círculo le dan un tirón de orejas al gobierno regional por la parálisis en la que anda sumida la acción política a causa de la traída y llevada agenda “procesual”. Que ocupado desde hace años en esas monsergas y mandangas, la economía no avanza, recula, se resiente el tejido productivo y se ahuyentan inversiones por la sensación de inseguridad jurídica, amén de las que “mudaron” ya de razón social y fiscal, se cuentan por centenares, y que, en buena lógica, no tributan impuestos en Cataluña. Y, a perro flaco todo son pulgas, sólo faltaban los efectos devastadores de la pandemia. Pero hay más, chincha rabiña, que Madrid recién nos supera en los índices de actividad industrial y comercial.
Un rapapolvo, en definitiva, pero… siempre hay un pero. A renglón seguido los “circulares” añaden su honda preocupación por… ¿La deforestación de la selva amazónica? ¿Las actitudes racistas automatizadas en Occidente denunciadas por los talibanes del movimiento BLM? ¿El negacionismo “cambioclimatista” financiado por inescrupulosas multinacionales petroleras? ¿El reduccionismo machista y heteropatriarcal que a la Humanidad condena a una empobrecedora sexualidad binaria?… Nada de todo ello. A los “circulares” les preocupa, eso han observado con ayuda de acutísimo catalejo desde su observatorio privilegiado: “una preocupante pulsión recentralizadora”… acabáramos… asomó al fin la patita el latiguillo “centralizador”…
Es decir, que la castaña pilonga del “proceso” y todos sus daños colaterales, algunos de los cuales comenzamos justo ahora a vislumbrar, motivan la emisión (o “secreción”) del comunicado “circular”, pero como para disculparse por semejante osadía, por decir la verdad aunque en un tono fufú para que el nacionalismo no monte en cólera, lo arreglan metiéndole un alfilerazo en el ojo, no sabemos a quién, a cuenta de una supuesta “recentralización”. ¿Será ése el motivo verdadero por el que cientos de empresas se dan a la fuga… (el último que apague la luz)…? ¿Por el que Nissan se va de Cataluña poniendo tierra de por medio… (¿Pies para qué os quiero?)…? Sus directivos, reunidos en cónclave, clamaron desgañitados y rasgándose las vestiduras: “¡Nos largamos… no hay quién soporte este infierno de tendencia recentralizadora!”
Esa coletilla “bienqueda” (o sea, “cobardícola”) es el mecanismo compensatorio que han ideado las cavilosas mentes “circulares” para hacerse perdonar la vida y no sufrir los iracundos escraches de los CDR. Amagar y no dar, en misa y repicando las campanas, nadar y guardar la ropa. Como esa jovenzuela que luce tipín con una falda muy cortita y ceñidita y sufre la pobre porque la anda recomponiendo a cada paso para no enseñar un poquito más de lo mucho que enseña, ante el regocijo picarón de algunos transeúntes.
Es llamativo que incluyan la “morcilla recentralizadora” en su comunicado, en velada alusión a “Madrid”, cuando el gobierno de la nación está en manos precisamente de una coalición que no tiene otro programa que contentar, a base de claudicaciones infamantes, a los socios separatistas de la moción de censura contra Rajoy que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa y que votando afirmativamente, o absteniéndose, facilitaron la investidura del interfecto tras las últimas elecciones. Para salpimentar esa “morcilla” podríamos enumerar una larga nómina de concesiones (acercamiento de presos etarras, ataques a la monarquía, etc), pero aquí va una, la última: Celaá, ministra “indocumentaá” de Educación (sic), considera que no es ni necesario ni deseable que los alumnos mallorquines matriculados en la escuela pública estudien al menos un 25 % de las materias en español, lengua oficial, supuestamente, de la nación. Y lengua, por otra parte, que es una de las más importantes del mundo… pues, total… ¿Para qué habríamos de querer para nuestros hijos, sobrinos y nietos, un registro culto y académico en dicha lengua si ya se aprende, más o menos, viendo en la tele las sectarias peroratas que Jorge Javier Vázquez larga en Sálvame (multazo de 800.000 € por pirulear al fisco), comprando hachís al menudeo en la calle o ligando en la disco?
No ha habido evento, ocasión, festival, soirée o vernisage al gusto separatista organizada por La Crida, Òmnium (Òdium), la ANC, la Plataforma Pro-Seleccions Catalanes que recuerde mi menda desde que tiene uso de razón que no haya contado con el patrocinio de las grandes firmas del empresariado autóctono. Allá donde se han lanzado mensajes localistas exacerbados, exabruptos y denuestos contra la idea de España, han estado en tiempo de saludo la flor y nata de las empresas catalanas aportando donativos a manos llenas. Y ahora llegan las lágrimas, esnif, esnif… pero en el comunicado de marras ni una pizca de autocrítica: “Señores (y señoras, claro es), lo admitimos, hemos besado con unción el trasero al nacionalismo… como esos ósculos indecentes que las brujas depositaban, hito obligado del aquelarre, en el pestilente ano del macho cabrío… y acaso habría sido preferible plantarse y no aflojar la mosca tan alegremente a esos fanáticos descerebrados”. Nada, nunca han roto plato esos angelitos.
¿Irán los “circulares” en procesión, con el rabo entre las piernas, no se sabe muy bien a dónde, como en su día fue la alta burguesía catalana (La Lliga), aquellos que de chiripa salvaron el pellejo, a implorar a Franco que les devolviera las “fabriquetas” incautadas por el Frente Popular? ¿Se repetirán andanzas y semblanzas como las de Félix Millet que, años más tarde de unirse a los nacionales en Burgos, fundó Òmnium (Òdium) y Banca Catalana? No parece que su avispado heredero, Félix Millet Tusell, quede en disposición de replicar gesta semejante en el tramo final de su vida, condenado como ha sido por la escandalosa gestión de la fundación del “Palau de la Música» en comandita con la nomenclatura de la extinta CDC (hoy PDECAT, o cosa parecida).
Quien afirme que con la cobardía y con la indignidad por banderas nada se consigue, se equivocará de medio a medio. Los “circulares” han logrado lo que nadie hasta la fecha: la cuadratura del Círculo. Con un par. No en vano le dan una patada al desleal gobierno de la región, aunque no por desleal sino por incapaz, en el culo… ¿Del gobierno de la nación?… Negativo, pues es tan afecto al separatismo como el anterior, o cuando menos tan intenso en su desprecio a España como nación… ¿De ese ente fantasmagórico llamado “Madrid” que sirve para excusarse de cualquier desatino propio?… Lo mismo da que da lo mismo. A mí plim, esa gente no entra en mi “círculo” de confianza, de modo que se metan sus ficticias “amenazas recentralizadoras” donde les quepan… y les caben, pues se han ejercitado durante 40 años con verdadera profusión en las heterodoxas artes de la mamporrería al servicio del nacionalismo.

Palangana o jofaina de lupanar, estilo imperio: nuevo logotipo “circular” del Círculo de Economía
